Todas las personas que lleguen a España, independientemente de donde vengan y que nacionalidad tienen, deberán pasar un reconocimiento visual, toma de temperatura y rellenar un documento.
Todos los pasajeros deberán pasar por el triple control: de temperatura, visual y documental. Para la prueba documental tendrán que rellenar un formulario online en una página web que el gobierno a puesto en marcha. Una vez rellenado, enviaran a los viajeros un código QR que deberán mostrar a su entrada en el aeropuerto español. Las compañías tendrán margen hasta el 31 de julio para que se siga presentando en papel y las compañías, que están obligadas a informar de estas medidas, podrán suministrar el documento durante el viaje a quienes no lo hayan rellenado online.
El BOE del pasado día 1 recoge una resolución que describe cómo hacer los controles en los aeropuertos y puertos a todos los viajeros, independientemente de su nacionalidad, que entren en el país. Unos controles a los que dio luz verde legal un Decreto Ley en vigor desde hace una semana.
El formulario que tendrán que rellenar, incluye datos personales, forma de contacto y lugar de estancia durante el viaje, además de preguntas relacionadas con el posible riesgo: si se ha estado en contacto en los últimos 14 días con alguna persona que hubiera tenido coronavirus; si tiene tos, fiebre o dificultad respiratoria (cualquiera de estas dos afirmaciones impediría el viaje); si ha estado en un hospital en las dos semanas previas o en qué países ha estado antes de llegar a España.
El documento también incluye el compromiso firmado del viajero de aislarse y avisar a las autoridades sanitarias si presenta síntomas pero, eso sí, solo si lo hace en los 14 días siguientes a su llegada. Ya no aplica la cuarentena obligatoria, que estuvo vigente durante el estado de alarma, por la que todas las personas que llegaran a España debían hacerla, aunque estuvieran sanas.
Además, la resolución detalla cómo deben ser los controles de temperatura en puertos y aeropuertos. Se deberán usar sistemas sin contacto y no se guardarán datos personales ni imágenes. Una temperatura de 37,5 grados o más disparará las alarmas. Y permite a las navieras, por ejemplo, tomar la temperatura antes de llegar, en el propio barco.
Si el pasajero no pasa ese triple control se le realizará una segunda evaluación. En caso de que siga siendo sospechoso de padecer la enfermedad -o cualquier otra patología transmisible- se le derivará a un centro sanitario.