Dentix mantiene cerradas la mayoría de sus clínicas.
Decenas de afectados por el cierre de las clínicas y la suspensión de tratamientos, a pesar de que ya está permitida la apertura de este tipo de locales al público, Dentix sólo ha reabierto un reducido número de sus más de 350 establecimientos en toda España y, de momento, ninguna en Baleares.
Los problemas de Dentix no son nuevos. La empresa arrastra grandes problemas financieros desde hace algunos años y que le han llevado a la presentación de concurso voluntario de acreedores.
Consubal está recibiendo decenas de peticiones de asesoramiento por parte de muchos pacientes, que llevan, con sus tratamientos paralizados casi tres meses.
Además de los tratamientos paralizados, muchos afectados indican que ni siquiera se los han iniciado a pesar de que habían abonado ya dinero directamente a la empresa o a través de los préstamos gestionados por Dentix con varias financieras.
A estas irregularidades se suman varios casos que la asociación está tramitando con anterioridad al coronavirus, por mala praxis, una defectuosa prestación de los servicios, la falta de atención adecuada y, en algunos casos, los aplazamientos y las anulaciones de citas.
Las entidades de crédito con las que las clínicas estaban facilitando los préstamos son Abanca, Cetelem, Pepper y BBVA. Hay afectados que firmaron estos préstamos vinculados con Sabadell y Evo Finance.
A todo esto, la pandemia del coronavirus llega a España y termina por colapsar la economía. Dentix apenas se sostenía en pie incluso antes de decretarse el estado de alarma, pero las medidas son recibidas como agua de mayo. De hecho, “por desgracia”, según el propio Muriel, tarda exactamente 72 horas en ejecutar el ERTE. Con ello, endosa a sus más de 3.400 trabajadores el Estado sin ningún tipo de coste y consigue el bien más preciado: tiempo. Aunque, también ejecuta el pre-concurso de acreedores para que no le puedan exigir pagos sus proveedores.
En definitiva, que excusas muchas, pero milagros hay que esperar entre muy pocos y ninguno en los próximos meses. Los muchos millones en publicidad, han tapado muy bien las carencias de un negocio que no ha hecho más que dar disgustos a miles y miles de personas. Al fin y al cabo, a lo mejor alguien sí se creía que tras presenciarse la caída en desgracia de las estafas llamadas Fannydent o iDental en este caso iba a ser distinto. Pero, el tiempo (como siempre) ha demostrado que no.